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Dr. Ernesto Sáez Pérez

alimentación en el segundo año de vida

 Ya puede comer de todo y en la mesa.

El aparato digestivo del bebé ya ha madurado. Por eso ya puede comer "casi lo mismo" que el resto de la familia.

La transición a la dieta familiar “normal” se irá haciendo poco a poco.

Continuar con leche “de crecimiento”. La leche de vaca entera esterilizada o pasteurizada comenzará hacia los 18 meses, la misma que tome el resto de la familia

El biberón se debe abandonar como máximo a los 2 años.

Bastan 2-3 porciones de lácteos al día. Incluye los quesos y yogures. Al día un total de leche y otros lácteos, entre medio y un litro de leche.

Un menú variado

Se deben tomar a diario alimentos vegetales: frutas, verduras o legumbres También cereales y  féculas que aportan energía: pan, arroz, patatas y pasta.

Las carnes, pescados y huevos se alternan en comida y cena.

Puede tomar purés, pero conviene que se acostumbre a masticar. Aunque coma menos cantidad, se desarrollan mejor la mandíbula y los dientes.

En una  dieta variada toma todas las vitaminas y nutrientes necesarios. No introducir todavía azúcar y productos del cerdo.

Algunas costumbres poco saludables

  • Tomar lácteos en exceso. Aunque la leche es todavía fundamental en su alimentación, es suficiente con que  tome 3 o 4 raciones al día de leche o sus derivados (½  a 1 litro). Si toma más, comerá menos de otros alimentos. Puede ser motivo de estreñimiento.
  • Tomar un lácteo como postre del almuerzo del mediodía. El calcio de la leche dificulta la absorción de hierro. Es mejor tomar un poco de fruta rica en vitamina C.
  • Los zumos envasados. No aportan ningún nutriente necesario (solo azúcares). Sí puede tomar un poco de zumo natural.
  • Dulces, golosinas y postres azucarados. Además del riesgo de caries, se convierten en favoritos y disminuye el apetito por la comida normal.
  • Obligar a terminar la porción. Cada niño come lo que necesita.

En resumen

  • A los 12 meses los niños comen en la mesa con el resto de la familia
  • Importa más la variedad que la cantidad de alimentos.
  • Hay que fomentar la autonomía. Que coma solo, sin ayuda y los mismos alimentos que el resto de la familia. Eso favorece la maduración y la integración.
  • A partir de los 18 meses comienza una etapa de inapetencia  ”natural” o fisiológica. Come menos porque ahora crece un poco más despacio. Se debe respetar la saciedad y nunca forzar a comer.

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